La estrategia es la verdadera cosa.
Los objetivos son “cosas intelectuales”, no físicas.
de Ernesto Alegre |
El valor real de la estrategia El pensamiento estratégico nos posibilita acceder a las cosas y no perdernos en caminos con forma de bucle, porque: – define y clarifica mis objetivos me indica no sólo el qué sino también el para qué, de manera que si en medio del camino el qué cambiara, el para qué me sigue sirviendo de brújula – integra y consolida elementos dispersos en un diseño funcional le da sentido y utilidad a la incorporación de personas, tácticas y actividades que de lo contrario, respondiendo cada una a propósitos parciales, me complicarían la resolución de objetivos – genera categorías inclusivas que no se desvían del camino hacia las cosas pone nombre y transforma en algo tangible aquello que se hace para conseguir los objetivos; de esta manera se elude el peligro de caer en la abstracción, entendida ésta como algo no significante, inútil o estéril. |